"¿Por qué juzgamos a los demás?" - Samael Aun Weor

"Hay una tendencia general, de todos, a JUZGAR EQUIVOCADAMENTE a todos, y eso es lamentable. Pero, ¿por qué todos juzgan a todos, y equivocadamente? ¿Cuál es el motivo? Sencillamente uno, y muy fácil de comprender: Sucede que cada cual PROYECTA SUS PROPIOS DEFECTOS Psicológicos SOBRE LOS DEMÁS, cada cual ve en el prójimo sus propios defectos.

Los defectos que a otros endilgamos, los tenemos muy sobrados nosotros; juzgamos a otros como nosotros somos.

¿Han oído ustedes hablar de la ANTIPATÍA MECÁNICA? Que de pronto alguien siente antipatía por alguien, sin haber motivo alguno, y entonces decimos: “Esta persona me cayó gorda”, frase muy típica que usamos.

Pero, ¿por qué, si nunca la hemos visto, si hasta ahora nos la acaban de presentar? ¿Qué sucedió? ¿Por qué nos ha “caído tan gorda” esa persona, si ni la conocemos? ¿Porque que le vimos la apariencia: Es alta o es baja, es gorda o es delgada, tiene la nariz aguileña o la tiene achatada, y ése es motivo ya, como para decir que ¿ “nos cayó gorda”? ¿Qué ha sucedido? Sencillamente, porque hemos proyectado sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos. Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y a nadie le gusta verse así, dijéramos, tan escarnecido.

La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha convertido en el ESPEJO donde nosotros nos vemos a sí mismos, tal cual somos.

Si estamos alertas, si no nos identificamos con el evento, con la persona aquélla que “nos cae tan gorda”; si en vez de estarla criticando nos AUTO-CRITICAMOS, nos AUTO-OBSERVAMOS a ver qué es lo que está pasando, descubriremos que un defecto nuestro (nacido de ayer, o de anteayer, o de quién sabe de qué tiempo atrás, o tal vez de otras existencias), se ha reflejado en aquélla persona y por eso “nos cae tan gorda”. He ahí lo que es la Antipatía Mecánica: Absurda en un ciento por ciento.

Nosotros necesitamos aprender a VIVIR POLÍTICAMENTE. El ser humano, ante todo, es un ente político, un “animal político”, y el mismo hombre es un “hombre político”.

Si uno no sabe vivir políticamente, se crea problemas en la vida. Uno tiene que aprender a vivir políticamente y en vez de sentir Antipatías Mecánicas, vale la pena que nos investiguemos a sí mismos.

Sí, en verdad que proyectamos nuestros propios defectos psicológicos sobre los demás. ¿Por qué juzgamos equivocadamente al prójimo? ¿Por qué todos tenemos tendencia a ver, en el prójimo, toda clase de defectos?

Sencillamente, porque proyectamos en el prójimo nuestros propios defectos; los juzgamos equivocadamente: Suponemos que fulano es “así” o “asao”, y resulta que ni es “así” ni es “asao”: Es completamente diferente, y nuestro juicio resulta equivocado, falso.

Vemos los hechos ajenos y tenemos la intensa tendencia a interpretarlos erróneamente; nunca somos capaces de ver los hechos ajenos con ecuanimidad, con serenidad; siempre los calificamos equivocadamente. Recuerden ustedes que “hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los virtuosos” …

Los defectos que cargamos en nuestro interior, nos vuelven injustos para con el prójimo.

Nosotros nos amargamos (a sí mismos) la vida con nuestros propios defectos, y lo más grave, se la amargamos a los demás.

El defecto de los celos, por ejemplo, ¡cuánto daño ha hecho! Existen celos políticos, existen celos de tipo religioso, celos de tipo profesional, celos pasionarios o vulgares (del hombre por la mujer, de la mujer por el hombre), etc., etc., etc. Ése es un Yo, el Yo de los celos; y es ciego, no sabe de lógica, no sabe de razonamientos, no entiende nada de ciencia ni escucha razones…

¿Cuántos casos de muerte se ven por los celos? Los celos profesionales, ¿cuánto daño hacen? Algunos curanderos magníficos, que sabían sanar de nuestras enfermedades al prójimo (magníficos botánicos), muchas veces fueron a dar a la cárcel. ¿Quién los metió en prisión, si no estaban haciendo mal a nadie, si sólo sanaban al prójimo? ¡Los celos profesionales! ¿De quién? De sus colegas titulados.

En el campo profesionista, los celos parecen multiplicarse espantosamente, en círculos y círculos: Círculo artístico, círculo político, círculo religioso, pero en cada círculo hay terribles celos, espantosos…

Sufren los celosos y hacen sufrir (también) a sus semejantes; los celos han causado mucho daño, gravísimo. Y si eso decimos de los celos, ¿qué diremos nosotros de todos los otros defectos que tenemos?

Ahora, las apariencias engañan. Muchas veces juzgamos un acto ajeno en forma equivocada, de acuerdo con nuestros Egos, y el resultado viene a ser precisamente eso: La calumnia. Y todos calumnian a todos (¡eso está ya demostrado!).

Hay tendencia, siempre, a dejarnos llevar de las apariencias. Determinado acto puede ser juzgado en una forma, y la realidad (correspondiente al mismo) es otra. Un hecho cualquiera podría ser juzgado en determinada forma y de cierto modo, y no coincidir el juicio con el hecho, porque resulta que el hecho tiene otro sentido diferente al juicio, entonces el juicio sale equivocado.

Al haber juicio equivocado, se ofende al prójimo, y quien emite el juicio equivocado también se ofende a sí mismo, se causa dolor.

SABER VIVIR es muy difícil, porque vivimos en un mundo de apariencias, ilusorio, y tenemos la tendencia siempre a identificarnos con las apariencias, olvidando lo esencial, que es el SER; ¡he ahí lo grave!

En nosotros, dentro de nosotros, existen factores psicológicos espantosos que ignoramos y que jamás admitiríamos tener. Ante todo deben recordar ustedes que el Yo no es algo, dijéramos, perenne; que el Yo es una suma y también una resta, una multiplicación y una división de elementos inhumanos (cada “elemento” de esos, es un Yo).

Así, pues, no tenemos un solo Yo, tenemos muchos Yoes. Nuestro Yo es pluralizado, no singularizado, y eso es algo que ustedes deben comprender, porque existe el YO TEMO, el YO AMO, el YO ODIO, el YO ENVIDIO, el YO TENGO CELOS, el YO TENGO CORAJE, etc., etc., etc."



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